Mensaje de Navidad y Próspero Año Nuevo 2009

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y las antiguas, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazan doy que hasta ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón. En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días, hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz. Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.

Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.

Amén

Donati Portorreal

Desilusión: Parte de la Vida

Cuántas ilusiones se ponen en el amor? en la amistad? muchas! vivir el amor y experimentar la amistad suponen un riesgo que se toma, porque somos humanos porque necesitamos el calor que prodiga alguien que nos ame y que amamos, alguien que nos agrada y a quien agradamos.

Pero nuestra humanidad resulta, no sólo en las cosas hermosas que interrelacionarse con otros lleva, sino también en las diferencias, en los roces, en las cosas que por hacernos diferentes y atractivos también pueden volvernos distantes y poco conectados con quienes nos interesa.

Nos desilusionamos de aquellos en quienes ponemos nuestras esperanzas, somos tan exigentes que vamos por ahí poniendo muchas expectativas en otros, cual si fueran seres perfectos, y cuando su imperfección choca con nuestros ideales, tendemos a sentirnos desilusionados.

La desilusión en este caso es injusta para aquel que nos desilusiona sin saberlo y sin quererlo, y para nosotros que por nosotros mismos, nos hemos impuesto expectativas demasiado idealistas.
Creo que las relaciones funcionan cuando ambas partes, tanto en la amistad como en el amor, están conscientes de sus debilidades y fortalezas, de sus limitaciones y virtudes, de que podemos ser un día esplendidos y bellos y otro día avaros y feos, en el sentido de que cambiamos con los días o no? unos días aún sin querer podemos ser unos malhumorados y otro día ser una pascua florida ambulante.

A ver quién no sea así alguna vez que pida perfección, por lo demás fuera expectativas, claro se ponen en la gente, no podemos evitarlo, pero cuando ellos no las llenan, para qué sentirnos heridos o defraudados? no somos todos acaso demasiado humanos para ser medianamente perfectos todos los días?

Cuando la desilusión llega, en lugar de sentirse triste y defraudado, lo que cuenta es sopesar en que medida nos hemos boicoteado poniéndole a la gente esperanzas que ni nosotros mismos podríamos llenar, y sobretodo irnos viendo que una relación vale…por lo que nos aporta en llenarnos, en hacernos sentir cómodos y felices, y midiendo éso, lo superamos, dejamos desilusiones atrás y sostenemos la relación por lo que realmente cuenta.

Que si actuamos desilusionados por todos los que sin saberlo “deberían” ser como los imaginamos, pensamos o soñamos, nos quedaremos solitarios preguntándonos qué ha pasado? que nada parece funcionar? vamos! y sobretodo pensémonos cuando querramos ser tan drásticos, cuántos no se sentirían o se sentirán alguna vez que les hemos, sin saberlo nosotros, desilusionado.

Asi que antes de desechar algo por una desilusión, se sopesan las cosas buenas, que sin duda las hay, porque las relaciones demandan éso, apreciaciones reales de lo que sentimos y nos inspiran, personas reales y con debilidades, como tú y como yo, no lo creen así?