Angel o Demonio: ¿Soy Yin o Yang?

Opuestos y complementarios, conforman la esencia de todo y de todos; pero siempre predomina uno. Pautas para saber cuál es el que predomina en nosotros y secretos para alcanzar el equilibrio indispensable.

Para los filósofos chinos el Universo es un juego eterno entre dos fuerzas –Yin y Yang. Y la realidad –cuya última esencia llamaban Tao- un proceso de fluctuación y cambio permanente.

Seguramente resulta difícil comprenderlo desde nuestra lógica occidental, que nos lleva a ver todo separado y definitivamente enfrentado. Inicialmente es preciso entender que Yin y Yang no pertenecen a diferentes categorías, sino que son dos extremos de una unidad que lo abarca todo.

Así, se otorgan sentido mutuamente: uno no puede existir sin el otro; demasiado Yang, se transformará en Yin y viceversa. Y, en definitiva, no hay nada que sea sólo Yin o sólo Yang.
Por ejemplo, el bien no se halla solamente en el Yin o en el Yang, sino en el equilibrio entre ambos. Y lo que es malo y dañino es el desequilibrio.

Ni las mujeres son enteramente Yin, ni los hombres enteramente Yang. En cada ser humano hay componentes masculinos y femeninos. Pero mejor aún resulta verlo desde el propio análisis de su símbolo. Como puede apreciarse en su círculo representativo, la división entre ambas fuerzas no es una línea recta sino ondulada. Asimismo, el sector Yin contiene un círculo Yang y el sector Yang un círculo Yin. En términos sencillos esto significa que las dos partes están en movimiento, se empujan la una a la otra para llegar a la posición que ocupaban anteriormente. Y se transforman, porque cada una lleva el germen de su contrario.

Por eso –lejos de lo que consideramos simple fusión- implica, por ejemplo, que lo blando (Yin) no existe sino en función de lo duro (Yang), y viceversa; y el camino medio es el de la flexibilidad. Por eso, el sabio resiste la presión de los débiles tanto como la de los fuertes. Así son, simultáneamente las dos categorías –Yin y Yang- en que se dividen todas las cosas. El Yin puede ser llamado de fuerza centrípeta y el Yang de fuerza centrífuga. Pero al mismo tiempo se complementan uno al otro, tal como el día y la noche, el hombre y la mujer, el invierno y el verano. Cuando es noche en Occidente, es día en Oriente

Lo que puede ser bueno para una persona, puede ser malo para otra. Las virtudes, en ciertas circunstancias, pueden ser vicios como cuando la economía se convierte en avaricia, el coraje en temeridad, y la paciencia en indolencia.

Simplemente porque en este mundo, la mutación es la única constante y todos somos en esta tierra en algun momento:

Angel o Demonio